("Desertificación", stand Atacama Panorámica, Feria Ch.ACO Chile Arte Contemporáneo, septiembre de 2015, Centro Cultural Estación Mapocho, Santiago de Chile)
Dos marcos delimitando la frontera ilusoria entre desierto y ciudad.
El primero circunscribe en el paisaje un trozo de invasión citadina, absurda y violenta, sin puertas siquiera, hermético, condenado al fracaso, a la deserción incluso de quien construye; pero también a la desertificación que el espacio en el cual se emplaza ejerce de manera justa sobre él. Esta vez, en términos ambientales, con una aridez transformadora, que descompone los elementos y vuelve a la construcción parte del paisaje.
Pero el paisaje también desertifica hacia fuera del segundo marco, el dorado, pero esta vez en un sentido monetario, en la relación con el capital (precisamente en la capital, desde la periferia absoluta). Así aún en la feria, por antonomasia sitio de la transacción de bienes por dinero, publica el espacio privado en contraposición a la ya acostumbrada privatización del espacio público, volviendo gratis a la obra, como gratis es el desplazamiento en un espacio que no conoce de parcelaciones, que se expande sin límites, precisamente porque prescinde de ellos.