Remodelación.



En el momento en que uno recuerda, sabe que ha olvidado. Porque no hay memorias perfectas, uno necesita recordar aquel instante marcado, aquella mancha que está en la memoria, pero que a veces no se rememora de la manera exacta en que se realizó aquel acto que plasmó un legado. En este preciso punto es donde se necesita hacer énfasis, en el instante de quiebre o rompimiento de ella, como si fuese una historia sin final, un momento apartado que pasó por alto un tiempo de la vida. Entonces ¿Qué se necesita recordar?, ¿Cuál es el punto que quiebra la historia?, aquello que se olvida, el lamento de esa carga simbólica perdida que dejan lugares, personas, amantes, paisajes. Pero... ¿por qué sucederá esto?. ¿Qué es lo que hace recordar el pasado?, ¿será acaso la misma importancia de aquel pasaje importante que la memoria desechó por un tiempo y que en este preciso momento se recuerda para contar el final?.

Como una paradoja, no es mera coincidencia ligar a la fotografía con el pasado, pues es una permanente expresión de éste. Desde la base que lo fotografiado es siempre lo sucedido, entonces se hace imposible que esta no pueda mostrar los elementos en un estado que no sea el de su pasado, pues la instantaneidad no es tal, menos aun su presagio.

Es entonces la fotografía pretérito permanente, una invariable nostálgica. Y es precisamente esa nostalgia la que obliga a referir el pasado, a entender y asumir la historia de una manera correcta, completa e inequívoca, esa manera que sólo se puede sustentar en la idealista totalidad de la memoria y no en la pragmática parcialidad de un mero recuerdo.

Nelson Soto Huerta - Cristian Maturana.

No hay comentarios:

Contribuyentes