Retrato del involuntario arquitectónico.


("Retrato del involuntario arquitectónico" Julio 2003, Plaza central de Remodelación Torres San Borja, Santiago de Chile)

Parezco haber perdido la locuacidad que poseía al hacer estas fotografías y también un poco la concentración, carencia que provocó el que haya perdido el texto que hice para ello.

Pero si recuerdo haber esbozado una frase que me sigue gustando mucho: Parece un mandamiento urbano el ”no rodearás”. ¿ Cuántas veces hemos alcanzado con la vista todos los ángulos de un objeto arquitectónico de nuestro agrado? Olvidamos que uno de los derechos básicos de los habitantes de la espacialidad con respecto al volumen es precisamente el rodear.

El trabajo se plantea como un privilegio al poder habitar en la dimensión que la luz desconoce: la penumbra.

Se aborda la sombra como el olvido no sólo de la luz, sino también de la iluminación. Aquella representación en la que no se piensa durante la creación de un determinado objeto. Se asume, en fin, como esa fotografía permanente e instantánea que, de tanto ser, desaparece de la lógica de una concepción.

Recuerdo la idea del texto, pero no recuerdo la forma. Bueno, si lo olvidan los urbanistas por qué no habría de hacerlo yo. Lamentable consecuencia.






No hay comentarios:

Contribuyentes